Hay días así y días asá. Hay días
luminosos, días tristes y melancólicos, días oscuros y días que aburren. En
cambio otros, están llenos de color: en el mismo paisaje donde antes no
encontrabas nada especial ahora ves un sinfín de matices, todo un cuadro
rebosante de vida, quizás hasta te traiga a la mente algún recuerdo o es
posible que comiences a elaborar otros nuevos.
La cuestión es que… da igual cuál
sea la cuestión, ya ni siquiera la recuerdo. Porque lo que en realidad importa
es vivir. Para gustos los colores y el universo está para sentirlo. Puede que
carezca de sentido, quizás sea absurdo. Pero nadie dijo que la razón lo sepa todo.
Quizás por eso hoy las excusas se
han escapado antes de llegar a su destino, la culpa se escondió tras un borrón
y el cielo está invadido de pedazos de corazones que explotaron de emoción. Hoy
nos llueven esperanzas, lágrimas ahogadas, despedidas, sonrisas y besos
lanzados al viento. Hoy la sinrazón se ha adueñado del mundo y lo ha decorado a
su antojo. Y es por eso que hoy todo tiene otro color.
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